Por Victoria Martín Paco - AIactivos
Identificar,
que elementos son reconocidos como valiosos para la salud o para el
bienestar y donde se localizan estos en el territorio, es un objetivo de
gran interés, para la promoción de salud de una población.
Desde
Asturias nos presentan un atrevido proyecto; una estrategia de
participación comunitaria regional que, además de otros organismos,
incluye el Observatorio de Salud de Asturias (OBSA). Más allá de
investigar o conocer, pretenden conectar la información y la acción.
Este proyecto trasciende también el modelo clásico del déficit o los
problemas de salud, incorporando el enfoque salutogenico, y nos muestran
como ambos modelos tan opuestos pueden ser complementarios.
McKnight,
considera que, solamente la identificación de los activos; los
diferentes agentes y recursos reconocidos como valiosos en una comunidad
tiene efectos beneficiosos en ella y facilitan su desarrollo.
El
proceso de participación propuesto, no se queda solo en la construcción
de la foto de salud inicial, pretende profundizar uniendo los recursos
formales e informales de la comunidad a través del Mapeo de Activos. El
mapeo es un proceso en el que la ciudadanía, va descubriendo factores
positivos de su comunidad y a tejer una red de relacione y apoyos
mutuos, que mejoran la calidad de vida y de salud.
La
estrategia la presenta en seis fases, comienza con la identificación de
agentes locales; personas de referencia, los lideres de la comunidad,
su objetivo es contactar con los lideres del terreno que serán los que
deberán liderar el proceso de mapeo.
Una
etapa clave es la fase 3: se inicia el trabajo de los agentes del
terreno, la presentación la de propuesta de trabajo y creación del grupo
motor, desde mi punto de vista esta etapa es clave en el desarrollo del
mapeo y debe desarrollarse con metodología de trabajo con redes
sociales, Como dice Cristina Villalba, profesora de Trabajo Social de la
U. Pablo Olavide, la mejora de las redes son un agente de desarrollo y
crecimiento muy potente.
La
ultima fase, pretende la transferencia a los agentes locales y a la
población, es sin duda la más estimulante. El recorrido inverso de
devolver la información, debe ser tenido en cuenta como un feed-back en
el que la comunidad revitaliza la foto de salud, pero especialmente como
una fase en la que se fortalecen las redes sociales, la apropiación de
los ciudadanos sobre su salud, necesarias para generar cambios.
Para
el trabajo de campo establecen una amplia revisión de técnicas de
participación comunitaria, eficaces y diversas en complejidad, dirigidas
a la recogida de información.
Se
trata, como deciamos, de integrar dos enfoques el del déficit y el
salutogenico, por un lado y la integración de métodos de promoción de
salud y de desarrollo comunitario por ot ro, pero desde mi opinión, para
que sea posible, debe ser guiado por profesionales con formación y
experiencia en desarrollo comunitario, en todas las fases, que garantice
el proceso de participación ciudadana y el trabajo de las redes.
Más
que defender las bondades de un modelo, sobre los anteriores, lo que
realmente nos enseña esta propuesta es, que en salud es mejor sumar que
restar. Con frecuencia dedicamos mucho esfuerzo en la elección de que
estrategia utilizar, descartando las demás, en función de eficacia
coste, ect. Con ellos aprendemos la rentabilidad de integrar y que uno
más uno, es mucho más que dos.
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