Por:
Margarita Colón Del Pino
Alejandro César Martínez Baena
Francisca Sánchez Martínez
Coordina: Raquel Peral Bueno
Como sabemos, la actividad físico-deportiva regular es considerada como un componente esencial para una buena salud, así como para la consecución de un óptimo crecimiento y desarrollo en niños y jóvenes. Diversos estudios constatan la mejora que dicha práctica produce a nivel físico, psíquico y social, así como en nuestra calidad de vida a lo largo de los años.
Margarita Colón Del Pino
Alejandro César Martínez Baena
Francisca Sánchez Martínez
Coordina: Raquel Peral Bueno
Como sabemos, la actividad físico-deportiva regular es considerada como un componente esencial para una buena salud, así como para la consecución de un óptimo crecimiento y desarrollo en niños y jóvenes. Diversos estudios constatan la mejora que dicha práctica produce a nivel físico, psíquico y social, así como en nuestra calidad de vida a lo largo de los años.
Algunos de los beneficios de la práctica sistemática de
actividad física están relacionados con la competencia percibida, alta
autoestima, satisfacción con la vida y aumento de la vitalidad, y menor presencia
de depresión entre los adolescentes.
Por otra parte, también se demuestra que dicha actividad
puede ser de vital importancia en la prevención de enfermedades crónicas, tales
como la patología cardiovascular, el síndrome metabólico o el cáncer, así como
en la reducción del índice de grasa corporal y dolor lumbar como consecuencia
de un estilo de vida sedentario.
A pesar de la gran cantidad de evidencias que existen de
los múltiples beneficios, nos encontramos con que en la población adulta no es fácil encontrar altos niveles de actividad física y se ha verificado una mayor
tasa de abandono en la adolescencia.
Las últimas medidas objetivas realizadas sobre dicha
población, manifiestan niveles de práctica bajos, al no cumplir estos grupos de
edad con la pauta recomendada de 60 minutos o más de actividad físico-deportiva
diaria con una intensidad de moderada a vigorosa. Esto, unido a una ingesta calórica
inapropiada entre los jóvenes, propicia un aumento masivo en los índices de
obesidad infanto-juvenil.
Partiendo de esta
situación, el profesor Manuel Delgado Fernández, profesor titular de la
Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la Universidad de
Granada, estuvo compartiendo algunas horas con nosotros en el IV Experto Universitario de Promoción de la Salud en contextos Educativos, Sanitarios y Sociales de la Escuela Andaluza de Salud Pública y la Universidad de Granada.
Sus explicaciones estuvieron orientadas a intentar
concienciarnos sobre la importancia que como futuros profesionales en la
promoción de la salud debemos tener en la sensibilización a la población sobre
los beneficios de adoptar hábitos de vida saludables. Conocimos algunos de los
programas de intervención creados y aplicados en búsqueda de una mejora en
niveles de participación activa en grupos de población joven e incluso se
plantearon posibles medidas de actuación dirigidas a la promoción de salud y
centradas de manera especial en materia educativa. De esta forma y tras muchas
horas de debate, llegamos a la conclusión de que la escuela debería ser
señalada como un lugar ideal para promover la actividad físico-deportiva, aumentando
la disponibilidad de recursos y oportunidades para la práctica de cualquier
tipo de actividad físico-deportiva durante el tiempo libre.
Como ejemplo de esto último, pudimos vivenciar diversos
tipos de actividades orientadas al tratamiento de la salud desde la práctica
activa dentro de la propia Escuela Andaluza de Salud Pública.
Por otra parte, ya que
el abandono de la actividad física con la edad parece una constante creemos que
una buena forma de “enganchar” a la población a realizar actividad física es
apelar al sentido lúdico de la misma. Es decir, buscar formas nuevas y
divertidas de practicar ejercicio que resulten motivantes y gratificantes.
Además, se convierte en una buena forma de fomentar relaciones sociales que en
definitiva son muy importantes para la salud. A continuación detallamos la
experiencia que llevamos a cabo que supuso un buen ejemplo de actividad física
original y lúdica.
"Actividad
Física y diversión en una carrera de orientación"
Las carreras de orientación consisten en recorrer un espacio determinado localizando unos
puntos estratégicos mediante la utilización de un mapa.
Nuestra actividad
consistió en una adaptación a la carrera de orientación con diferentes
estaciones de paso en cada una de las cuales cada equipo debía realizar el
ejercicio físico indicado en una hoja de instrucciones. Para dificultar el
ejercicio los equipos debían moverse de un punto a otro unidos mediante
“vehículos” construidos con cuerdas y aros. Además tras cada punto localizado y
ejercicio realizado se debía anotar las pulsaciones y volver al punto de
encuentro para obtener la firma de validación del equipo docente. Cuando se
completara todo el circuito se debía empezar de nuevo proponiendo esta vez cada
equipo un ejercicio diferente para cada punto del mapa.
Mediante este circuito se trabajó la capacidad aeróbica en los desplazamientos (se andaba y trotaba) así como diferentes grupos musculares superiores e inferiores mediante la realización de diferentes ejercicios (saltos, abdominales, hombros, dorsales, lumbares, etc.).
Mediante este circuito se trabajó la capacidad aeróbica en los desplazamientos (se andaba y trotaba) así como diferentes grupos musculares superiores e inferiores mediante la realización de diferentes ejercicios (saltos, abdominales, hombros, dorsales, lumbares, etc.).
La experiencia fue muy
divertida, todos/as estuvimos recorriendo el circuito con entusiasmo y pudimos
ver las caras sonrientes de todos/as los participantes cuando nos cruzábamos
por los diferentes puntos. La actividad tuvo una duración total de 1h:04min y
un recorrido de 3,4km. En el siguiente link se pueden consultar los detalles
del recorrido, tiempo, distancia y calorías consumidas por una de las
participantes que registró con un pulsómetro con GPS la actividad:
Pensamos que es este tipo de actividades podrían ayudar a
inducir, facilitar y fortalecer la práctica de
actividad físico-deportiva con el objetivo de que los jóvenes adquieran un
estilo de vida activo y lo conserven desde la adolescencia hasta la edad adulta.
Imágen título: 'Fast man!' http://www.flickr.com/photos/33284937@N04/5071321815
Resto imágenes: Margarita Colón Del Pino
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