Todos de una forma u otra estamos acostumbrados al clásico programa televisivo de recetas. Los programas gastronómicos y culinarios abundan en casi todas las cadenas, e incluso la alimentación tiene canales propios, temáticos y de amplia aceptación por el público.
En estos programas, generalmente se nos enseña a preparar la comida, y excepcionalmente hay alguno que otro que nos enseña el como, cuando, donde y qué comemos.
Este abordaje de la alimentación como hecho social no se prodiga mucho, por lo que encontrarse de vez en cuando con análisis sociales sobre la alimentación resulta bastante interesantes. Aún recuerdo gratamente la primera vez que leí el ensayo de Marvin Harris 'Buenopara comer' allá por los noventa.
Este es el caso de Planeta Hambriento ¿Cómo come el mundo?. Hace un par de años de mano de mi afición por la fotografía tuve la ocasión de conocer el trabajo de Peter Menzel. Este fotógrafo freelance junto y su mujer Faith D’Aluisio, productora de televisión, realizaron la ardua tarea de recorrer 24 países y mostrarnos las costumbre en alimentación de 30 familias de todos los continentes. Desde hacer la compra a las recetas, permitiéndonos descubrir cómo lo qué comemos refleja y afecta a quién somos.
El resultado se plasmó en todo un compendio de antropología alimentaria. El libro Hungry Planet: What the World Eats trata de cómo la gente se alimenta. Su contenido se basa en una detallada investigación que junto a unas excelentes fotografías, dan que reflexionar bastante.
De cada familia se ofrece un perfil que consiste en una descripción detallada de sus compras de la semana, una serie de fotografías de la familia en su hogar, de compras, en su entorno y un retrato de la familia entera, rodeada de toda la comida que consumieron a lo largo de la semana.
Los datos, como las fotos son increíbles, como por ejemplo que en Chad disponen de un presupuesto semanal en comida de 0,8€ mientras que en Alemania se gastan 375€. Hace ya cuatro años de estos datos y poco se ha avanzado, cuando a día de hoy existe una gravísima hambruna en el cuerno de África.
Otro dato increíble el que no por tener más dinero se come mejor, ya que hay países en desarrollo cuya dieta contiene gran cantidad de hortalizas, verduras y fruta, mientras que en los llamados del primer mundo (EEUU y Europa principalmente) la mayoría de productos son manufacturados.
La familia de Japón se gasta una media de 204 euros en una alimentación aparentemente más sana entre las de los países del primer mundo… Sashimi y frutas abundan en la mesa. Pero he dicho aparentemente ya que el Sashimi (delicia japonesa que consiste principalmente en mariscos o pescado crudos, cortados finamente) está siendo cuestionado porla calidad de la materia prima procedente de los mares de nipon después del desastre de marzo de 2011.
En 1825 el filósofo Jean Anthelme Brillat-Savarin escribió “Dime lo que comes y te diré quien eres” y este ha sido un poco el argumento usado en este trabajo y el de otros, ya que la fotografía ha sido y es una de las formas de mostrar a los demás lo que hacemos, en este caso de lo que comemos.
Es el caso de Javier García, un neurólogo de la Universidad de California Irvine, que quiere dejar claro lo que come, para las generaciones futuras, a través de su diario fotográfico de más de 9000 fotos con todo lo que ha comido en los últimos cinco años.
Mención especial merece el repositorio fotográfico Flickr, ya que si realizamos una búsqueda de fotos etiquetadas como comida obtendremos 324.386 resultados, y si la búsqueda la realizamos sobre el vocablo en inglés “food” obtendremos más de ocho millones de fotos. Dos de los principales grupos de fotos de Flickr, son de comida: ComíEsto (I Ate This) y Porno Comida (Food Porn), con más de 25.000 socios cada uno.
Para acabar, hacer referencia a otro interesante trabajo. Se trata el del fotógrafo Mark Menjivar, que cámara en mano ha retratado el interior de los refrigeradores de los estadounidenses, durante tres años viajando por todo el país, recopilando las historias individuales de las personas, y realizando estos peculiares retratos para su proyecto, titulado "Tú eres lo que comes".
Según Menjivar el refrigerador es un espacio especialmente privado, hasta el punto de que pedir a alguien que lo enseñe para realizar una fotografía del mismo es como pedirle que pose desnuda. El ha pretendido mostrar a través de esta serie de fotografía como comemos… cómo cuidamos nuestro cuerpo… cómo cuidamos de nuestra familia… cómo cuidamos nuestro entorno.
He de reconocer que para mí ha sido todo un divertimento observar con detalle los artículos, productos, marcas de estos refrigeradores. Pueden decirnos mucho de sus propietarios, o al menos imaginárnoslo… aunque con el que estoy más despistado es con refrigerador en cuyo interior aparece una la bandera estadounidense plegada… hay “gustos culinarios” para todos.
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