domingo, 2 de marzo de 2014

Creatividad Versus Innovación

Hace ya algún tiempo, compartiendo una agradable charla entre amigos, varios de ellos profesores, salió el tema de la creatividad en las escuelas. El tema empezó por las nuevas tendencias didácticas que se van imponiendo, no sin esfuerzo, de mano de jóvenes promociones de educadores, encaminadas en su mayoría al desarrollo creativo de nuestros hijos.
Todos los presentes coincidíamos en la necesidad de despertar en ellos la curiosidad, el ingenio para aprender y resolver nuevos problemas, a pesar de que les enseñamos conceptos, teorías y datos, porque es lo más fácil de medir en un examen. A tenor de lo que estaba escuchando parecía que las iniciativas pedagógicas que se estaban aplicando estaban bien encaminadas. En este punto comenté: "entonces... el siguiente paso es aprender a innovar". El giro de sus cabezas hacia mi y varios arcos de cejas elevadas fueron suficiente indicio para hacerme entender que había dado pié a la polémica.

Y no me equivoqué... al momento el grupo se dividió en partidarios y detractores. Unos, que siendo la creatividad el proceso mental que ayuda a generar ideas, los niños y niñas pueden desarrollar la habilidad de improvisación... otros que era recomendable establecer límites a la creatividad, ya que podía hacer que los niños dudasen en lugar de creer.

Atónito, permanecí callado mientras les escuchaba, hasta que transcurridos varios "..el sistema no puede..." y "...la educación no debe..." no pude resistirme más, y les pregunté:
¿ Hemos perdido esa innata curiosidad infantil, que hacía que jugasemos más con la caja del juguete que con el propio juguete... un trozo de cartón, al que podíamos convertir desde un fantástico castillo a una tenebrosa gruta, o en casco de astronauta un día o yelmo de caballero otro..?
Permanecieron callados por unos segundos y negando la cuestión planteada empezaron entre risas a rememorar experiencias de su niñez en este sentido.

Desplegemos pues la imaginación de nuestros hijos, facilitemos el desarrollo de sus capacidades y enseñemosles a llevar a la práctica esa creatividad... en definitiva... sembremos en ellos la semilla de la innovación. 
Ellos y el futuro nos lo agradeceran.

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