Se está desarrollando desde octubre del 2014 a mayor del 2015 el
Diploma de Especialización en Promoción de la Salud en contextos
sanitarios, educativos y sociales coordinado por Mariano Hernán desde la Escuela Andaluza de Salud Pública.
Actualmente estamos desarrollando un módulo sobre la Evaluación en
Promoción de la Salud que iniciamos hablando de los determinantes
sociales, el abordaje de los determinantes desde la perspectiva de la
promoción de la salud y la importancia de la participación como un
elemento clave en cualquier intervención de promoción de la salud. En la
primera de las unidades no presenciales que estamos desarrollando hemos
tenido una tarea donde se ha preguntado a los participantes en el curso
la pregunta que aparece como título en el post: ¿Qué papel debería tener “la comunidad” en cada una de las fases de una intervención de promoción de la salud?
Esta es una de las aportaciones de uno de los compañeros que participa
en el curso. Muchas gracias Rafael y resto de compañeras y compañeros
por vuestras valiosas reflexiones. Rafa Cofiño
Rafael Angel Maqueda
Médico de Familia
Centro de Salud Victoria
Centro de Salud Victoria
“Promoción de la Salud es capacitar a las persona
para que controlen la salud y puedan mejorarla (OMS). Hay un hecho
importante y contrastado que no podemos/debemos pasar por alto y es que
los cambios sociales (incluso políticos) pueden influir en la salud. Por
ello se hace necesaria una implicación cada vez mayor de la sociedad en
lo que atañe a su salud. Cualquier intervención en salud y más en
promoción debe contar desde su inicio y diseño con la participación de
la comunidad a la que precisamente va dirigida. La Educación para la Salud,
en cambio, tiene un ámbito más reducido y pretende fomentar la
prevención a través de las aptitudes personales siempre que se cumpla
una metodología y se mantenga a lo largo del tiempo.
Las fases con las que debe contar un diseño e implementación de una intervención en promoción de la salud deben comenzar con laidentificación de problemas y recursos disponibles, tomando la foto inicial y realizando un mapa de activos. Posteriormente debemos priorizar para centrarnos en lo importante
y por lo cual debemos formar grupos de personas claves y facilitadoras,
incluyendo además de “agentes externos” despojados de demasiada
cercanía a la comunidad y que aporten una neutralidad necesaria. Estos
grupos de trabajo priorizarán los problemas de salud según magnitud,
severidad, factibilidad y efectividad (Hanlon). Antes de proceder a
intervenir, debemos realizar una labor de revisión para identificar programas e intervenciones
que hayan demostrado efectividad, garantizando así la calidad de las
actuaciones. Contamos para ello con la documentación aportada por las
diferentes agencias de salud que nos ofrecen
información suficiente sobre la evidencia de diferentes actuaciones
nacionales e internacionales en promoción de salud. Aquí deberíamos
prestar atención y recomendar a aquellas intervenciones que cuenten en
su diseño con una perspectiva de género adecuada. A continuación debemos saber qué queremos conseguir,
cómo queremos conseguirlo, con quién contamos para conseguirlo y sobre
todo por qué queremos conseguirlo. Ello obliga a elaborar una estrategia
de identificación de aliados y probables enemigos u obstáculos que van
interferir en el desarrollo del programa. Se deben distribuir las
tareas de forma que todo el mundo debe saber qué debe hacer y en qué
momento. Todo ello acompañado de un plan de comunicación de los
resultados que se vayan obteniendo. Por último debemos evaluar de forma continuada
los programas de intervención comunitaria para darle carácter de
calidad y rigor. Se debe tener especial cuidado en establecer qué
aspectos se van a evaluar. Tras estas evaluaciones se deben aplicar
medidas correctoras necesarias.
La promoción de la salud desde de su
primera concepción entiende que la comunidad debe tener un papel
primordial en el desarrollo de intervenciones en salud. Si las
intervenciones deben contar con la comunidad y ésta es susceptible a los
cambios sociales todo aquello relacionado con la salud
también se verá afectado. El modelo tradicional científico basado en
problemas, si bien ha resuelto importantes problemas de salud
investigando sobre la enfermedad, no ha sido capaz de mejorar la salud
en cantidad como lo han hecho los cambios sociales acontecidos al
mejorar la realidad socioeconómica de la comunidad (idea planteada
inicialmente por T. McKeown). Por ende, la realidad social de una
comunidad además debe influir en las decisiones políticas sanitarias
sociales y económicas que se adopten. La OMS defiende que la promoción
de la salud para que sea posible deben darse una serie de requisitos:
ausencia de guerras, justicia social, necesidades básicas cubiertas y
compromiso político. El fortalecimiento, potenciación o empoderamiento
psicosocial de la comunidad, pese a que pueda generar conflictos, es
básico para que ésta tenga más influencia en las políticas de salud.
Es de obligado cumplimiento preguntarnos antes
de entrar a intervenir en cualquier grupo social, para tener un mínimo
de garantías de complicidad e implicación de la comunidad, si ya existe
algún grupo de participación en salud a nivel local. La oportunidad, es
decir cuándo se va realizar, es otro elemento a tener en cuenta si no
queremos fracasar por elegir un mal momento. Si queremos formar un grupo
de intervención debemos definir claramente quienes deben conformarlo
debiendo tener especial consideración con aquellas personas o grupos que
ya estuvieran trabajando en el mismo ámbito de intervención.
La participación de la comunidad
debe pues estar presente en cada una de las fases o ciclos de una
intervención de salud. En la identificación previa de recursos, como la
realización de mapeos de activos, se deben contar con los grupos o
asociaciones. En la formación de grupos de priorización contaremos con
individuos de la comunidad ya que ellos viven la realidad cotidiana. La
identificación de oportunidades, fortalezas, debilidades y amenazas de
cualquier programa de intervención en promoción de salud deben contar
con la aportación de la comunidad. Por último, para la evaluación de los
resultados, la comunidad puede elegir criterios a evaluar y tras dicha
evaluación y con la intención de corregir defectos, éstos deben ser
conocidos por la comunidad para que trabaje en las necesarias medidas
correctoras”
Imágen: "Puedes acariciar a la gente con palabras" de Pedro Soler Bueno (CC BY)
https://500px.com/photo/62390967/puedes-acariciar-a-la-gente-con-palabras-by-pedro-soler-bueno
Cuando un curso provoca que los alumnos y alumnas generen contenido se convierte en una factoría de gestión del conocimiento. Gracias a @fradiex y a @rcofinof esto ocurre en EXPRESS... Seguimos...
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